jueves, 31 de octubre de 2013

La novena sinfonía de Bethoveen. Oda a la Alegría.




DESCRIPCION DE LA NOVENA SINFONÍA (Según Wikipediaa)
“Género instrumental y sinfónico. Sin embargo se le llama “Coral” por la presencia del coro en la sinfonía. Se podría considerar como música programática el último movimiento, porque tiene como hilo conductor un programa literario basado en la versión definitiva de la“Oda a la Alegría” de Friedrich Schiller, admirada por Beethoven y a la que pensó poner música ya en 1793.
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La Novena Sinfonía empieza de forma poderosa, con un tema principal que transcurre en escalas y variaciones trepidantes, con incisos más adelante para los momentos líricos, nuevamente interrumpidos por la intensidad titánica de la composición. El volumen de la sinfonía es brutal para la época.
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El segundo movimiento es calificado por algunos cronistas como “el infierno en llamas”, por su contundencia y velocidad, suavizado majestuosamente en la recapitulación. El tercer movimiento, aunque sosegado, conduce firmemente a lo que será el cuarto movimiento, que contiene una melodía fácilmente reconocible y mundialmente famosa y original de Beethoven. El movimiento comienza con breves recapitulaciones de los movimientos anteriores, a los cuales los violonchelos contestan con comentarios inicialmente pensados para la voz humana. Finalmente, el bajo irrumpe con un llamada “Amigos no en esos tonos…” tras lo cual la melodía basada en la oda es tocada, primero por la orquesta, y luego por el coro. Los violonchelos, las flautas y los oboes crean el clima y las voces masculinas y femeninas se alternan declamando la “Oda a la Alegría” de Schiller (de ahí lo de “Coral”), arropadas por el todo orquestal.
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La sinfonía avanza y se eleva sobre sí misma, mientras los coros llegan a niveles atronadores. Una doble fuga da el contrapunto pausado que lleva al veloz y prolongado cántico final, un desenlace de sinfonía único. Beethoven quería impresionar a sus oyentes y subrayar sus propósitos de fraternidad universal, y lo logró con este movimiento. La popularidad y belleza del tema de la alegría en este movimiento ha hecho olvidar los otros tres de una belleza y singularidad excepcionales, constituyendo un todo hermoso y coherente los cuatro movimientos.”


APORTE DE ROGELIO, un amigo:
...la tonalidad predominante es la de re menor y que, aparte de los coros, en el último movimiento hay además un cuarteto solista que canta una parte fundamental de la obra. Es el bajo (barítono bajo) de ese cuarteto el que irrumpe al principio del último tiempo ...


La hermosa descripción de citada obra, está plasmada en wikipedia por obra de autores desconocidos. Esto me trae reminiscencias de catedrales góticas de las cuales nadie conoce a los arquitectos.

La foto que antecede está sacada en el auditorium Juan Victoria, de la Ciudad de San Juan, Argentina.
La gala fue ofrecida por la orquesta Sinfónica de la UNSJ, el coro de la UNSJ, y el coro vocacional de la UNSJ, en el marco de los festejos del 40avo. Aniversario de la citada Universidad. Evento en el que participé junto a mi familia, y en el que destaco el respeto y el silencio del público durante la obra, a pesar de que el audiotorium se hallaba colmado hasta los pasillos. El público aplaudió de pie durante varios minutos. Inolvidable! incomparable!
Saludos!

miércoles, 23 de octubre de 2013

Gipsófilas Inventadas


"Ya había leído el comentario de Ludovico, su anécdota con la bella y expresiva sordomuda. Ya había comentado esta pintura expuesta por Marcelo Moreno. Y de a ratos lo rumiaba.

Este fin de semana pasado, salimos en auto por las rutas del norte sanjuanino, por el puro placer de pasear entre valles, desiertos, caminos de cornisa, por túneles, por debajo de las nubes, en las nubes, por arriba de las nubes, con sol, con viento y otros aderezos. Aire libre, ruta y cielo.
En el llano y con pleno sol, veíamos como se aproximaba un paredón gris oscuro. No se si solamente íbamos hacia él, o es que esa espesa masa también venía a nuestro encuentro. Al final, nos introdujimos en las tinieblas, y al mismo tiempo empezabamos a cruzar “La Cuesta del Colorado”. Concentrado en el manejo como venía, me dice mi esposa, “mirá, que bonita planta de flores blancas”. Qué raro, dije yo, la jarilla no tiene flores blancas. Luego de unos minutos, giramos en una curva, y nos encontramos en una quebrada verde y blanca. La incipiente nieve, se estaba depositando en las hojas chiquitas, y les daba una apariencia mística. Como gipsófilas inventadas sobre xerófilas, lo tosco se transformó en una fría pradera, que cubría los cerros cercanos, como un manto blanco y traslúcido.
Y mentalmente volví a este rinconcito del blog, y ahora dejo registro para no olvidar.



Por supuesto, bajamos del auto, tomamos fotos, y volvimos rápido por el frío. Luego, comenzamos a filmar caseramente el recorrido, mientras en la radio sonaba “las manos de mi madre”, por Jorge Rojas."

El video no es de muy buena calidad, hay más fotos, las publicaré a pedido. La cantidad de información dificulta la carga de esta entrada. 

Miro la foto y pienso en la incipiente nevada, sobre las montañas, y sobre mis sienes. El tiempo hace sus anuncios.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Defensa

A mis compatriotas solamente


La palabra impresa tiene sus límites de publicidad como la palabra de viva voz. Las pájinas que siguen son puramente confidenciales, dirijidas a un centenar de personas i dictadas por motivos que me son propios. En una carta escrita a un amigo de infancia en 1832, tuve la indiscreción de llamar bandido a Facundo Quiroga. Hoi están todos los arjentinos, la América i la Europa, de acuerdo conmigo sobre este punto. Entonces mi carta fué entregada a un mal sacerdote, que era presidente de una sala de Representantes. Mi carta fué leída en plena sesión, pidióse un ejemplar castigo contra mí, i tuvieron la villanía de ponerla en manos del ofendido quien, mas villano todavía que sus aduladores, insultó a mi madre, llamóla con torpes apodos i le prometió matarme donde quiera i en cualquier tiempo que me encontrase. 

Este suceso, que me ponia en la imposibilidad de volver a mi patria, por siempre, si Dios no dispusiese las cosas humanas de otro modo que lo que los hombres lo desean; este suceso, decia,  vuelve a reproducirse diesiseis años mas tarde, con consecuencias al parecer mas alarmantes. En Mayo de 1848 escribí tambien una carta a un antiguo bienhechor, en la cual tambien tuve la indiscrecion de que me honro, de haber caracterizado i juzgado al gobierno de Rosas segun los dictados de mi conciencia, i esta carta como la de 1832, fué entregada al hombre mismo sobre quien recaia este juicio. 

Lo que se ha seguido a aquel paso sábenlo  hoi todos los arjentinos. El gobernador de Buenos-Aires publicó aquella  carta, entabló un reclamo contra mí cerca del gobierno de Chile, acompañó la nota diplomática i la carta con una circular a los gobernadores confederados;  el gobierno de Chile respondió a la solicitud, replicó Rosas, se repitieron las circulares, vinieron las contestaciones de los gobernadores del interior, continuó el sistema de dar publicidad a todas aquellas miserias que deshonran mas que a un gobierno a la especie humana, i parece que continuará la farsa, sin  que a nadie le sea posible preveer el desenlace. La prensa de todos los  paises vecinos ha reproducido las publicaciones del gobierno de Buenos-Aires, i en aquellas treinta i mas notas oficiales que se han cruzado, el nombre de D. F. Sarmiento ha ido acompañado siempre de los epítetos de infame, inmundo,  vil, salvaje, con variantes a este caudal de ultrajes que parecen el fondo nacional, de otros que la sagacidad de los gobernadores de provincia ha sabido encontrar, tales como traidor, loco, envilecido, protervo, empecinado i otros mas. 

Caracterízanme así hombres que no me conocen, ante pueblos que oyen mi nombre por la primera vez. Desciende el vilipendio de lo alto del poder público, reprodúcenlo los diarios arjentinos, lo apoyan, lo ennegrecen, i sábese que en aquel pais la prensa no tiene sino un mango, que es el que tiene asido el gobierno; los que quisieran servirse  de ella como medio de defensa, no encuentran sino espinas agudas, el epíteto de salvaje, i los castigos discrecionales.

I sin embargo, mi nombre anda envilecido en boca de mis compatriotas; así lo encuentran escrito siempre, así se estampa por los ojos en la mente, i si alguien quisiera dudar de la oportunidad  de aquellos epítetos denigrantes, no sabe qué alegarse a sí mismo en mi escusa, pues no me conoce, ni tiene antecedente alguno que me favorezca. 

El deseo de todo hombre de bien de  no ser desestimado, el anhelo de un patriota por conservar la estimacion de sus conciudadanos, han motivado la   5publicacion de este opúsculo que abandono a la suerte, sin otra atenuacion que lo disculpable del intento. Ardua tarea  es sin duda hablar de  sí mismo i hacer valer sus buenos lados, sin suscitar sentimientos de desden, sin atraerse sobre sí la crítica, i a veces con harto fundamento; pero es mas duro aún consentir la deshonra, tragarse injurias, i dejar que la modestia misma conspire en nuestro daño, i yo no he trepidado un momento en escojer entre tan opuestos estremos. 

Mi defensa es parte integrante del voluminoso protocolo de notas de los gobiernos arjentinos en que  mi nombre es el objeto i el fondo envilecido. Mi contestacion que se rejistra en el número  19 de la Crónica, mi Protesta en el número 48, i este opúsculo, deberán pues ser leidos por los no quieran juzgarme sin oirme, que eso no es práctica de hombres cultos.

Inicio de: Recuerdos de Provincia. De Domingo F. Sarmiento.

jueves, 3 de octubre de 2013

El creyente. El jesuita.

¿Quién duda que por estos días, decir "el jesuita" prácticamente es decir Francisco?
Francisco, Bergoglio, el Papa.
¿Quién podía suponer que cuando leíamos "Introducción al Cristianismo", escrito por Josph Ratzinger estaríamos en presencia del futuro sucesor de Pedro?
Todavía habemos quienes nos seguimos sorprendiendo con este libro.
El autor intenta tender un puente entre creyentes y no creyentes, y lo hace al reconocer que ambos dudan. Pero, hay quienes a pesar de las dudas, nos sentimos atados forzosamente por Dios a nuestra cruz en imitación y unidad a Cristo, a Jesuscristo.
Como figura de contemplación en el libro, Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, nos propone a EL JESUITA.

"Paul Claudel ha descrito esta situación del creyente en el preludio de su obra El zapato de raso. El náufrago es un misionero jesuita, hermano del héroe Rodrigo, el caballero, el errante e inconsciente aventurero entre Dios y el mundo. Los piratas habían hundido la barca del misionero y lo habían atado a un madero que lo llevaba a merced de las olas del océano. El drama comienza con el último monólogo del jesuita:

Señor, os agradezco que me hayáis atado así. A veces he encontrado penosos vuestros mandamientos. Mi voluntad, en presencia de vuestra regla, perpleja, reacia. Pero hoy no hay manera de estar más apretado con vos que lo estoy, y por más que examine cada uno de mis miembros, no hay ni uno solo que de vos sea capaz de separarse. Verdad es que estoy atado a la cruz, pero la cruz no está atada a soporte alguno. Flota en el mar.

Clavado en la cruz, pero la cruz en el aire, sobre el abismo. No puede describirse con precisión más incisiva la situación del creyente de hoy. Parece que lo único que le sujeta es un madero desnudo situado sobre el abismo. Y parece que llega el momento de hundirse para siempre. Un madero parece atarlo a Dios, pero, a decir verdad, le ata inevitablemente y él sabe que en último término el madero es más fuerte que la nada, que está a sus pies, pero que sigue siendo el poder que amenaza su existencia actual.

El cuadro presenta además otra dimensión más amplia que, a mi modo de ver, es la más importante. El jesuita náufrago no está solo, en él se anuncia la suerte de su hermano, en él se refleja el destino de su hermano, del hermano que él tiene por incrédulo, a quien Dios ha vuelto la espalda porque no considera como algo propio la espera, sino .la posesión de lo que puede alcanzarse, como si él pudiera ser de otro modo al que tú eres..."

De INTRODUCCION AL CRISTIANISMO
Joseph Ratzinger
Benedicto XVI

martes, 1 de octubre de 2013

Potencialidades

El dolor de haber sido y ya no ser. 
La esperanza de volver.
Eterno devenir entre los intentos y los triunfos,
entre caer, rodar, y levantarse.

...

"En un cajón hay un puñal. Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano.

Quienes ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina. 

Otra cosa quiere el puñal. Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo eterno, el puñal que anoche mató un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre.

En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal con su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres. 

A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fé, tan apacible o inocente soberbia, y los años pasan, inútiles."


De "El puñal", Jorge Luis Borges