En un rincón del alma, perdido entre laberintos infinitos,
están guardadas las caricias de mi madre, y los abrazos de mi padre...
En un rincón del alma, doblando la esquina y siguiendo recovecos,
fueron quedando los sueños inconclusos, las ilusiones de grandeza, y las
fantasías geniales...
En un rincón del alma, los recuerdos luchan con el tiempo,
para ganarle la batalla a la nada.
En un rincón del alma me encuentro hoy, en el lugar que mañana no ocuparé, y al cual nunca volveré...
En un rincón del alma guardo mis más grandes tesoros: Las
risas de mis hijos, los momentos entre amigos, y la familia...
En un rincón del alma, lloro cuando sufro...
En un rincón del alma, me duermo en los brazos de la paz,
En ese rincón estaré cuando ya no esté...
En ese rincón estaré cuando ya no esté...
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